La sauna de Navidad es una tradición finlandesa apreciada que se remonta a siglos atrás. Marca el momento de dejar a un lado el ajetreo diario y dar paso a la calma en el hogar. Antiguamente, las familias acudían a la sauna temprano en la mañana de la víspera de Navidad para prepararse para las festividades y comenzar la paz navideña. La experiencia de la sauna se vivía en silencio y con la luz de las velas, ya que era más que un lugar para limpiarse; era un espacio sagrado para honrar a los ancestros y conectarse con el mundo espiritual.
Un detalle curioso es que, después de la sauna, se dejaban agua, vapor (löyly) y toallas en los bancos para que los espíritus de los antepasados disfrutaran de su propia sauna. El elfo de la sauna (saunatonttu) recibía especial respeto durante la Navidad, ya que se creía que mantenía la sauna en buen estado durante todo el año, siempre que se le tratara con amabilidad.
Hoy en día, la sauna navideña sigue siendo un ritual preciado para los finlandeses. Es un momento para relajarse y desconectar al final de un año ajetreado. El calor reconfortante de la sauna, el suave aroma de las ramas de abedul (vihta) y el brillo de las velas crean el ambiente perfecto para entrar en la Navidad: limpio, tranquilo y renovado.
El ambiente relajante de la sauna navideña se puede realzar con pequeños detalles en la decoración del baño. Las estanterías de baño elegantes y ordenadas ayudan a mantener el espacio limpio y armonioso. Cuando las velas, toallas y aromas de sauna encuentran su lugar, resulta más fácil disfrutar de la serenidad del momento y centrarse en lo que realmente importa: el calor de la sauna y la tranquilidad de la Navidad.
Un toque de orden y diseño puede hacer maravillas en tu experiencia de Navidad en la sauna.